PON TU CONFIANZA EN DIOS
TEXTO BÍBLICO: 1 Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi
clamor. 2 Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. 3 Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Salmo 40:1-3
REFLEXIÓN: Ningún ser humano puede afirmar que no necesite confiar en alguien o en algo. Incluso las personas que rechazan la existencia de Dios, necesitan un ser en su vida en quien confiar.
Nosotros hemos escogido confiar en el Señor, poniendo nuestra esperanza en Él. Y somos como aquellos discípulos en la barca con Jesús: el mar está embravecido, pasando dificultades para mantenernos a flote y lanzamos un grito y una súplica: "Sálvanos Señor"... seguro Él nos ha escuchado, pero será en su propio tiempo y por su propia voluntad, cuando nos dé una respuesta.
Sin embargo, ¿de cuántos peligros ocultos nos ha librado del Señor? ¿de cuántas fosas mortales nos ha librado de caer? En distintas oportunidades, cuando hemos podido hundirnos en el pantano (incluso de aquel pantano que Él mismo nos libró), Papá Dios nos tiende su mano.
No caminamos en tierras movedizas, cuando confiamos en Dios. Y cuando apoyamos nuestros sentimientos y deseos en las Palabras de Jesús, tendremos firmeza en cualquier paso que demos.
Si confiamos en el Señor, Él escuchará nuestros ruegos, nos librará de peligros (incluso ocultos), impedirá que nos hundamos en los errores del pasado y dará seguridad y certeza a nuestros pasos.
TAREA DEL DÍA. Dile al Señor: "Jesús en tí confio, me pongo en tus manos, haz de mí lo que tu quieras"
OREMOS JUNTOS. Señor, atiende a nuestras súplicas y concédenos tu protección, ya que hemos puesto toda nuestra esperanza en tu misericordia; purifícanos de toda mancha de pecado y haz que nos mantengamos en una vida santa, para que lleguemos a recibir la herencia que nos tienes prometida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.
REFLEXIÓN: Ningún ser humano puede afirmar que no necesite confiar en alguien o en algo. Incluso las personas que rechazan la existencia de Dios, necesitan un ser en su vida en quien confiar.
Nosotros hemos escogido confiar en el Señor, poniendo nuestra esperanza en Él. Y somos como aquellos discípulos en la barca con Jesús: el mar está embravecido, pasando dificultades para mantenernos a flote y lanzamos un grito y una súplica: "Sálvanos Señor"... seguro Él nos ha escuchado, pero será en su propio tiempo y por su propia voluntad, cuando nos dé una respuesta.
Sin embargo, ¿de cuántos peligros ocultos nos ha librado del Señor? ¿de cuántas fosas mortales nos ha librado de caer? En distintas oportunidades, cuando hemos podido hundirnos en el pantano (incluso de aquel pantano que Él mismo nos libró), Papá Dios nos tiende su mano.
No caminamos en tierras movedizas, cuando confiamos en Dios. Y cuando apoyamos nuestros sentimientos y deseos en las Palabras de Jesús, tendremos firmeza en cualquier paso que demos.
Si confiamos en el Señor, Él escuchará nuestros ruegos, nos librará de peligros (incluso ocultos), impedirá que nos hundamos en los errores del pasado y dará seguridad y certeza a nuestros pasos.
TAREA DEL DÍA. Dile al Señor: "Jesús en tí confio, me pongo en tus manos, haz de mí lo que tu quieras"
OREMOS JUNTOS. Señor, atiende a nuestras súplicas y concédenos tu protección, ya que hemos puesto toda nuestra esperanza en tu misericordia; purifícanos de toda mancha de pecado y haz que nos mantengamos en una vida santa, para que lleguemos a recibir la herencia que nos tienes prometida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.