Cuando perdemos la Fe, justo antes del Milagro

“Un momento será su ira, pero su favor dura todo el día, por la noche durará el lloro y a la mañana vendrá la alegría.” Salmo 30.5


La enseñanza de hoy tiene que ver con fe, paciencia y esperanza. En el libro 2do. de Reyes 6:24 dice: “Después de esto aconteció que el rey de Siria reunió todo su ejército, y subió y sitió a Samaria”. Como consecuencia de que esta ciudad fue sitiada hubo gran hambre (necesidad). Estaba “sitiada” es decir cercada por el enemigo; de la misma forma hay personas que hoy día están cercados, acorralados bajo presiones y angustias.
Alguien puede estar sitiado por una situación difícil o sitiados económicamente, o puede alguien a su vez sitiar a otros o incluso a los mismos miembros de su familia. Cuando alguien está sitiado puede tomar malas decisiones y considerar cosas absurdas o extremas, (tirarse de un puente, divorciarse, huir, etc.), se empieza a buscar culpables de la situación o a querer dar lástima. La Biblia dice que si alguno está triste que haga oración, es mejor confesar y pedir misericordia y después levantarse, no quedarse en el tormento todo el tiempo.
Cuando estamos sitiados no tomamos buenas decisiones, es el peor momento para hacerlo, como lo vemos en el ejemplo de la vida de Sansón presionado por Dalila y el de Esaú presionado por la necesidad de un plato de comida. El Señor dijo “Venid a mí los cansados y trabajados y yo os haré descansar”. Necesitamos declararnos menesterosos delante del Señor. Capítulo 6 Verso 32 del 2do. Libro de Reyes: “Eliseo instó al pueblo a tener paciencia”. Si has perdido la paciencia y la esperanza, el Señor te insta a que vuelvas a confiar, si perdiste la fe vuelve a decirle al Autor de la fe que El te llene de ella. Salmo 40.1 “Pacientemente esperé a Jehová y El me oyó”. Echa sobre Jehová tu carga, y El te sustentará.
En Juan 6:66 leemos: Jesús les dice a sus discípulos “¿Quieren irse ustedes también?”, ¿quieren renunciar, quieren darse por vencidos?, Pedro reconociendo que tenía enfrente al autor de la vida le contesta ¿Señor, a quién iremos? “Si sólo Tu tienes palabras de vida”. Jn.6:68. "Nosotros no somos como los que no tienen esperanza, no nos cansemos pues de hacer el bien, que a su tiempo segaremos si no desmayamos". Gal. 6:9
Si estás en una situación donde te sientes cansado, ansioso, desesperado, te recuerdo lo que sucedió con aquellos del Aposento Alto, ciento veinte personas se quedaron y recibieron la promesa por saber esperar, recibieron una poderosa manifestación de la presencia de Dios y con ella su galardón, paz, salud, bienestar, bendiciones materiales, crecimiento espiritual, lo contrario ocurre a quienes retroceden y menguan en su fe.
Dios abre sendas donde creemos que no las hay y te lleva a fuentes aun en el desierto. Si Dios prometió suplir tu necesidad espera en El, no te des por vencido antes de tiempo. Si es necesario, humillémonos delante de su presencia. En el libro 2do. de Crónicas 7:14 leemos “Si mi pueblo se humillare, orare y buscare mi rostro, Yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.”
El milagro más grande está a punto de ocurrir, Dios te pondrá a las puertas de tu bendición, no retrocedas, no lo pienses más. Si no le conoces deja que el Señor Jesús entre a tu corazón, este será el detonador de tu milagro, un acto de fe en El?.