El fracaso nunca es definitivo. ¡Nunca has fracasado, hasta que te das por vencido, y siempre es demasiado pronto para darse por vencido! No tienes que determinar la grandeza de una persona por su talento, su riqueza o su educación. Se determina la grandeza de una persona por lo que se necesita para desalentarlo.
Así que ¿qué se necesita para disuadirte de ir tras tu sueño? Puede ser tan simple como que un amigo o pariente o miembro de la familia te diga: "Yo no creo que sea una buena idea."
La Biblia dice en Gálatas 6:9, "No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos." (NVI).
¿Quieres saber cuántas veces quise renunciar a las promesas y las bendiciones que Dios tenía para mi vida? Cada año, cada mes, cada semana... cuando pensaba, "Dios, seguramente alguien podría hacer un mejor trabajo que yo. Esto es demasiado para mí... yo no lo merezco.”
Dios dice: "Adelante. Simplemente, continúa manteniéndote." Cuando más inseguro te sientas, acércate más a Dios, búscalo con sinceridad y él quitará las dudas de tu corazón.
Dios obra en tu vida de acuerdo a tu fe. La Biblia dice: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios" y " todo lo que no proviene de fe, es pecado" y "Conforme a vuestra fe te será hecho". Entonces, ¿qué estás haciendo en fe? Tú necesitas preguntarte a ti mismo todos los días al levantarte: "Dios, ¿qué puedo hacer hoy que requerirá de fe?" Esa es una pregunta importante, porque eso es lo que va a agradar a Dios.
Hay muchas cosas en tu vida sobre las cuales tú no tienes control. Tú no controlas quienes iban a ser tus padres, cuándo y dónde nacerías, ni cuál sería tu raza o nacionalidad. Tú no controlaste que dones y talentos te dieron. Tú no decidiste cual sería tu apariencia.
Pero tú tienes el control completo sobre el tamaño y la firmeza de tu fe en Dios. Dios usa a las personas que se atreven a esperar en Él..., que nunca se rinden, que asumen riesgos en la fe, que creen en su sueño y van tras él. Es tu decisión si deseas ser la clase de persona que Dios usa para lograr sus propósitos... para cumplir sus propósitos en tí.
Reflexiona Sobre Esto...
- ¿Cuáles son las cosas que te desalientan y te impiden alcanzar tus metas?
- ¿Cómo crees que Dios quiere que tú respondas a esas circunstancias?
- ¿Qué acto de fe, Dios te pide hacer hoy?