Hasta cuándo llorarás, Samuel

1 Samuel 16:1 Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey.
El profeta Samuel de la Biblia, sufrió una terrible desilusión en su relación con el primer rey de Israel, llamado Saúl. Samuel había desempeñado la importante tarea de ungir (seleccionar) a Saúl como rey y de servirle como consejero y mentor.

Aunque Saúl, en su juventud, había sido un muchacho humilde y tímido, más adelante en su vida, decide vivir en desobediencia a Dios y como consecuencia Dios decide reemplazarlo. Samuel se sintió asolado, angustiado y muy desilusionado.

¿Cuántas veces nosotros, como Samuel, nos hemos sentido desilusionados, fracasados, frustrados y sumidos en la autocompasión, la preocupación, el resentimiento o la depresión. Dios aparece en ésta escena trágica de la vida de Samuel y le pregunta: “¿Cuánto tiempo llorarás a Saúl?” igual que nos dice a nosotros: “¿Cuánto tiempo llorarás esa relación fracasada?”, “¿Cuánto tiempo llorarás tus sueños rotos?”

Cuando nos enfocamos en nuestras desilusiones, no permitimos que Dios traiga nuevas bendiciones a nuestras vidas. Dios le dijo a Samuel, como nos dice a nosotros: no te concentres en el fracaso, en los que te traicionaron o en lo que no funcionó. Yo tengo un nuevo plan para ti. Hay momento para el luto y para el llanto, pero tiene que llegar el tiempo de la restauración.

¿Hasta cuándo llorarás? Dios te dice: hoy es el tiempo de levantarte, llena tu cuerno de aceite, camina, tengo un nuevo plan para ti. Dios puede cambiar hoy tu lamento, en baile.

Nuevos Comienzos

Los nuevos comienzos son una maravillosa bendición de Dios. Cada día es una oportunidad para cerrar la puerta al pasado y experimentar algo nuevo de parte de Dios.

Isaías 43:18-19 18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.

Aún el hecho de que Dios dividió el tiempo en segmentos de 24 horas es una evidencia de que necesitamos comenzar, vez tras vez, de manera regular. Siempre hay un nuevo día, un nuevo mes y un año nuevo. Pero a fin de que nosotros podamos hacer un buen uso de estos nuevos comienzos, debemos decidir, precisamente eso. 

Quizás has tenido problemas con depresión, ira o amargura. O quizás tú estás como yo estaba –relaciones y circunstancias pasadas te han agotado, y tú continúas cargando con las cenizas; heridas profundas de lastimaduras que nunca han sido curadas. 

Por años, aunque conocía acerca de la vida abundante que Dios prometía, se me hacía difícil entregar las cenizas de mi pasado, en intercambio por esta vida abundante. Mis cenizas consistían en cosas del pasado como odio, amargura y falta de perdón hacia personas que me habían herido, así como también actitudes negativas, queja y lástima de mí mismo. 

¿Qué estás amontonando entre tus cenizas? ¿Estás batallando con culpa y condenación? ¿Te sientes mal por algo que hiciste hace muchos años, o por algo que pasó ayer? 

No importa cuánto tiempo haya pasado, el pasado continúa siendo el pasado. Lo que has hecho está hecho, y solamente Dios puede hacerse cargo de eso ahora. Tu parte es admitir tu error, arrepentirte, recibir el perdón de Dios y seguir adelante. 

En Lamentaciones 2:22,23 el profeta Jeremías nos anima con las noticias de que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana. Demos gloria a Dios porque El manda diariamente un paquete nuevo de misericordia –nosotros podemos decidir tener un nuevo comienzo ¡cada día! 

Ya sean heridas del pasado, o luchas con sentimientos de culpa o condenación, o simplemente áreas de tu vida que quieres cambiar, es momento de abrirte a una nueva expectativa por las buenas cosas que Dios tiene para tu vida en el horizonte!