Recuerdo la noche en que falleció
mi padre…, fue uno de los momentos más tristes
de mi vida. Esa mañana siguiente, sentí que
el sol no salió, porque todo se
tornó gris y sin sentido para mí. Recuerdo
que esa mañana, aún triste y aturdido por el suceso, bien temprano
me arrodillé ante Dios y le pedí que me
ayudara a entender la pérdida de mi padre. Sin
mucho esperar, vino a mi
mente un texto bíblico en Mateo 10:30-31, en el que
dice que “el Señor tiene aún todos nuestros
cabellos contados”. Me sonreí, porque mi papá era calvito... busqué mi guitarra y comencé a cantar una canción,
que aún resuena en mi mente…
¿Cómo podré estar triste,
Cómo entre sombras ir,
Cómo sentirme solo
Y en el dolor vivir,
Si Cristo es mi consuelo,
Mi amigo siempre fiel,
Si aún las aves tienen
Seguro asilo en El?
Cómo entre sombras ir,
Cómo sentirme solo
Y en el dolor vivir,
Si Cristo es mi consuelo,
Mi amigo siempre fiel,
Si aún las aves tienen
Seguro asilo en El?
CORO
Feliz, cantando alegre,
Yo vivo siempre aquí;
Si El cuida de las aves
Cuidará también de mi!
Feliz, cantando alegre,
Yo vivo siempre aquí;
Si El cuida de las aves
Cuidará también de mi!
Eso me dio fuerzas porque recordé que nada
sucede sin que sea la voluntad de Dios… si
mi padre falleció, fue porque esa fue su
voluntad… y si Dios cuida de las aves… cuidará también de mí.
Debemos reconocer y confiar en la soberanía absoluta de Dios, incluso en las circunstancias desagradables y dolorosas de la vida.
Debemos reconocer y confiar en la soberanía absoluta de Dios, incluso en las circunstancias desagradables y dolorosas de la vida.
Si por causa de una muerte estás pasando por un momento difícil y piensas que Dios te ha abandonado y te sientes dolido en lo más profundo de tu ser y como sin esperanza, sin entender la muerte de ese ser querido, entonces es hora de que mires hacia arriba, es hora de que contemples la presencia de Dios y encuentres esta misma esperanza en él.
La muerte es un enemigo que, para las fuerzas humanas, no tiene solución, pero dice la Biblia que la muerte es un enemigo que será vencido cuando venga nuestro Señor Jesucristo, y ni tú, ni yo, ni nuestros familiares volverán a morir.
Podemos albergar la esperanza de que si llegamos a morir, un día resucitaremos y si hemos perdido un familiar, la Biblia dice:
"Tampoco queremos hermanos que ignoréis acerca de los que duermen como los otros que no tienen esperanza porque si creemos que Jesús murió y resucito así también Dios traerá también con Jesús a los que durmieron en el.... porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios descenderá del cielo y los muertos en Cristo resucitaran primero. luego nosotros los que vivimos los que hayamos quedado hasta la venida del Señor seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire y así estaremos siempre con el Señor" 1 Tesl 4:13-17
Atrévete hoy a confiar en las maravillosas palabras de
la Biblia y ten la seguridad de
que veremos a nuestros seres queridos fallecidos,
cuando todos seamos reunidos, en el momento de la
Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo.
Maravillosa esperanza…, confiemos en Jesús y
su amor y sus promesas y tengamos la
seguridad de que en él hay esperanza y veremos
nuevamente a nuestros seres amados.
Podemos llorar libremente y extrañar a
nuestros seres queridos, pero no permanezcamos como los
demás que no tienen
esperanza, porque en Jesús tenemos esperanza y
preparémonos para su Segunda Venida, cuando, definitivamente nos
volveremos a ver.
Recordemos que para los romanos y
judíos, aquel ladrón a un lado de Jesús, murió como cualquier otro… pero
la Biblia nos revela el maravilloso desenlace de aquel, que en su
último suspiro de vida, clamó a la misericordia y
soberanía de Jesús, a quien este contestó afirmativamente: “De
cierto, de cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”