¿Está Dios vivo?


Nosotros fuimos creados a la imagen de Dios para cumplir un propósito magnífico. Dios desea que pensemos como Él piensa. Desea que seamos como Él es en nuestra naturaleza y carácter. Para eso envió a su Hijo, Jesucristo, quien nos dio un ejemplo de lo que es una vida y un carácter como Dios manda; y para salvarnos de nuestra naturaleza pecaminosa. Dios desea que nos conformemos a la imagen y la naturaleza de Cristo, las cuales son en esencia… el amor (Romanos 8:29).
En un mundo entregado cada vez más al secularismo, conviene preguntarnos si la existencia de Dios es dudosa, o incluso si tiene alguna importancia. ¿Cómo puede saber usted que Dios existe?
En abril de 1966 una portada de la revista Time, portada que se haría famosa, preguntaba: "¿Ha muerto Dios?" ¿Cuál es la respuesta? ¿Puede usted comprobar la existencia de Dios por sí mismo?
La revista TIME no fue la primera que se preguntó, o incluso que proclamó con fuerza, la muerte o no existencia de Dios. El filósofo Federico Nietzsche, cuyo pensamiento no era solamente ateo sino firmemente contra Dios, se atrevió a declarar más de 80 años antes en su libro La gaya ciencia: "Dios ha muerto, pero los hombres son de tal naturaleza que, tal vez durante milenios, habrá cuevas donde seguirá proyectándose su sombra. Y respecto de nosotros… ¡habremos de vencer también su sombra!".
Ahora Nietzsche ha muerto, pero su filosofía perdura hasta nuestros días en la mente de millones que no solamente no creen en Dios, ¡sino que detestan hasta la idea de que Dios existe!
Algunos ateos lanzan un reto: "Si dicen que Dios siempre ha existido, ¿por qué no podemos decir entonces que el Universo siempre ha existido, eliminando así la necesidad de un Dios?" Resulta que según las teorías científicas más recientes, ¡el Universo no ha existido siempre! En palabras del notable astrofísico Stephen Hawking: "El Universo no ha existido siempre, sino que el Universo, y el propio tiempo, tuvieron su comienzo en el big bang o ‘la gran explosión’ hace unos 15.000 millones de años". Así es: la astrofísica revela que hubo un tiempo cuando el Universo no existía, ¡y un tiempo en que el tiempo tampoco existía!
El investigador Hugh Ross lo explica de esta manera: "Todos los grandes descubrimientos cosmológicos del siglo veinte chocan con las nociones materialistas de un Universo infinito que existe al azar. Por el contrario, apoyan el hecho de un comienzo finito causado y guiado por un Diseñador divino, personal, interesado, que existe desde antes y más allá del Universo".
¿Existe entonces un Dios viviente e interesado que tuvo que ver con la creación del Universo y la vida que este contiene, y que interviene aun hoy en la vida de los seres humanos y en los sucesos mundiales? ¿Puede usted refutar a los críticos que dicen que "Dios ha muerto"? ¿Puede usted demostrar que Dios está vivo? ¡Por supuesto que sí puede!


Si hay creación, ¡tiene que haber un Creador!
Los científicos han intentado crear vida a partir de la materia inerte (sin vida), ¡pero han fracasado rotundamente! La ley de la biogénesis dice que la vida solamente proviene de la vida. ¿Es acaso razonable pensar que puede surgir vida de donde no hay vida, y que pueden surgir leyes generadas por el azar sin ley?
Los científicos saben que hay leyes matemáticas complejas que determinan el movimiento y la expansión del Universo. ¿Cómo se explican esas leyes y su expresión en nuestro Universo? El científico Patrick Glynn escribe en su libro: Dios, la Evidencia: que todo tuvo que ser "exactamente así desde el comienzo, en el primer segundo; todo, desde los valores de fuerzas fundamentales como el electromagnetismo y la gravedad hasta las masas relativas de las diferentes partículas subatómicas y cosas como el número de tipos de neutrinos; cosas que el Universo tiene que ‘saber’ ya en el segundo 10 al 43. La menor alteración en la naturaleza de uno solo de estos valores y relaciones básicas en la naturaleza, y que son varias veintenas, habría producido un Universo muy diferente del que habitamos, uno, por ejemplo, sin estrellas como nuestro Sol, o sin ninguna estrella".
Las leyes de la física existieron desde el comienzo mismo del Universo. Los hombres de ciencia reconocen que tuvo que ser así. Y esas leyes son muy detalladas, se diría que calibradas para que nuestro Universo pueda existir tal como existe hoy, ¡con nosotros, sus habitantes! Matemáticamente, es imposible que un Universo así cobrara existencia al azar, con las propiedades precisas que se requieren para la existencia humana.
Consideremos esta prueba fundamental de la existencia de Dios: El hecho de que haya leyes naturales en el Universo ¡exige que haya un legislador! Los científicos confían en la previsibilidad y la confiabilidad de la ley natural para sus cálculos y su búsqueda de la verdad. Cuando la ciencia examina la partícula más pequeña en el Universo en expansión, ¿qué encuentra? Encuentra leyes naturales y acciones predecibles. Y también encuentra diseño inteligente. Consideremos el ojo humano. ¿Es posible que evolucionara algo tan complejo? Ahora los científicos pueden examinar estructuras grandes y pequeñas, cercanas y distantes, desde quarks y ADN hasta quásares y galaxias enteras. ¿Y qué vemos? Vemos una demostración única de perfección y diseño.
Los científicos que niegan a Dios, empeñados en sacar explicaciones que excluyan la creación divina, se han inventado teorías imaginarias para explicar la complejidad que nos rodea. Muchas de ellas padecen grandes lagunas lógicas o exigen suposiciones de que un hecho matemáticamente improbable "simplemente ocurrió porque ocurrió".
Nosotros fuimos creados a la imagen de Dios para cumplir un propósito magnífico. Dios desea que pensemos como Él piensa. Desea que seamos como Él es en nuestra naturaleza y carácter. Para eso envió a su Hijo, Jesucristo, quien nos dio un ejemplo de lo que es una vida y un carácter como Dios manda; y para salvarnos de nuestra naturaleza pecaminosa. Dios desea que nos conformemos a la imagen y la naturaleza de Cristo, las cuales son en esencia… el amor (Romanos 8:29).
Los filósofos proclaman que Dios ha muerto, pero muchos de los mismos filósofos son los que están muertos, mientras que Dios vive. Salmos 14:1 nos da una clara perspectiva sobre esta realidad: "Dice el necio en su corazón: No hay Dios".
¿Puede usted comprobar que Dios existe? ¡Sí puede! No solamente puede saber que Dios existe, sino que puede "saber por qué lo sabe". ¿Cómo puede tener tal certeza? "En esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos" (1 Juan 2:3). Usted puede comprobar la existencia de Dios viviendo conforme al camino de vida que Él ha revelado mediante la Biblia y mediante su Hijo Jesucristo. Usted puede saber con seguridad que Dios vive y que es el Gobernante Supremo, no solamente sobre el vasto Universo, sino sobre los detalles más pequeños de nuestra vida personal (Mateo 10:29-31).
Por último, hay otro aspecto muy importante en la comprobación personal de la existencia divina. "Si desde allí buscares al Eterno tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma" (Deuteronomio 4:29).

Busque al Dios viviente con todo su corazón y toda su alma, ¡y lo va a encontrar!